05 Envidia

05 Envidia

Cᴇɴᴛʀᴏ Cʀɪsᴛɪᴀɴᴏ ʏ Mɪsɪᴏɴᴇʀᴏ ETERNIDAD 

 Sᴇʀɪᴇ: PECADOS VENIALES (ʟᴀ ᴅᴇᴄᴀᴅᴇɴᴄɪᴀ ᴅᴇ Sᴀᴜ́ʟ)  

 05 ENVIDIA  

 

“Saúl mató a sus miles, David a sus diez miles.” 1 S. 18:8 y 9 
 
 ¡Hay dos tipos de envidias, una es mala y la otra… es mucho peor!  Una clase de envidia es cuando uno desea lo que el otro tiene, y busca la manera de alcanzar algo mayor o similar.  La otra clase es peor porque no quiere lo ajeno, sino que hace lo imposible para que el otro no tenga lo que tiene. Es decir, no busco mi beneficio, sino que quiero perjudicar al prójimo.  

 Cuando hablamos de “querer” y “obtener” pensamos en lo material, lo económico, y claro es una linda forma tramposa que tiene la mente de esconder un pecado letal como la envidia. Es malo envidiar algo material, pero es igual de malo o peor envidiar dones, talentos, lugares, oportunidades, servicios, trayectoria y entidad que Dios ha dado a sus siervos repartiéndolos como Él quiere, a quién quiere y cuando Él quiere (Ro 12).  
 
 Saúl empezó a escuchar a las entradas de la ciudad (luego de la batalla con Goliat), un canto que clavó una daga en su corazón, y que jamás la pudo sacar: “Saúl mato a sus miles y David a sus diez miles”. Ese cantito tímido y difuso al inicio de su recorrido, se transformó en un grito popular que Dios puso en boca del pueblo y que Saúl no pudo acallar ni con toda su armadura de rey de Israel.  Cuando el hombre habla, se escucha la voz… pero cuando habla Dios su voz tiene tanta reverberación que la escucha todo el mundo.  
 
 La envidia nos conduce a vivir una vida de infelicidad, con una vista sesgada a los marcos de estándares de quienes envidiamos. La envidia nos humilla demasiado y el problema no está en el objeto que envidiamos sino en la carga de nuestras horas vividas.  

 El problema mayor de esta situación es que nunca te deja mirarte tal cual eres, impide que veas los proyectos que Dios tiene para tu vida y el poder ejecutar con altura la misión que nos fuera encomendada. Somos realmente importantes para Dios, y no solo porque Jesús nació, murió y resucitó por nosotros, sino porque le somos útiles a los proyectos del Reino.  
 
 No te llenes de envidias, llénate de las anchuras que Dios nos da al poner en valor nuestras vidas. 

Dios adelante. Dios bendice.

Javi Abdala

 

Lᴀ ᴇɴᴠɪᴅɪᴀ (Aʟᴇx Zᴜʀᴅᴏ)    

 #ʀᴇᴜɴɪᴛᴇᴇɴᴄᴀsᴀ

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